Patrimonio

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El templete y la ermita de Fuente Santa

El templete y la ermita de Fuente Santa

En la dehesa de las Caballerías, situada a cuatro kilómetros de la localidad, se encuentra el templete de Fuente Santa, obra barroca del siglo XVII. Es una pequeña construcción de base cuadrangular, con contrafuertes de esquina y entre ellos arcos apuntados, con balaustradas en los lienzos. Se cubre con un cerramiento de arcos cruzados en cuyo centro está el anagrama Ave María. Se ha utilizado como aparejo la mampostería irregular en los muros y sillares en arcos, contrafuertes, balaustradas -seis gruesas columnas en tres de sus lados, estando el cuarto cegado- y cornisa. Posiblemente, fue un antiguo humilladero.

En el año 1550 se colocó la pila que recibe el agua sobrante del Apocito de la Fuente Santa, fue adquirida por el Sr. Visitador, tal y como quedó constancia el mayordomo don Bernal Pérez y costó 500 maravedíes. El herrero don Juan Loro hizo el caño para la misma fuente, cobrando 20 maravedíes.

El eminente escritor chinato fray Alonso Fernández se refiere a ella en el año 1627 como una de las ermitas con mayor devoción entre los lugareños de la Diócesis placentina, comparándola en suntuosidad con las de Nuestra Señora de Sopetrán en Jarandilla de la Vera, y la del Castañar, en Béjar, a las que se unen la Virgen Blanca de Pasaron de la Vera, Nuestra Señora de la Soledad de Casatejada o la del Puerto de Plasencia.

La construcción ha sufrido reformas posteriores a la obra original. Algunas de las piezas decorativas del templete proceden de la derruida ermita visigoda de la Portera, próxima a Garciaz, como las veneras de nicho -mobiliario litúrgico de los ábsides y santuarios- que están en el interior y exterior del templete, que contienen gallones que parten de un semicírculo, semejante a otras existentes en un patio de la calle Ramblas y en el Palacio del Duque de la Roca en Mérida o la existente en Vera Cruz de Marmelar, cerca de Evora.

A la ermita en la que se venera la sagrada imagen de la Virgen de Fuente Santa se accede por un camino adecentado que cae en rampa. Que se ejecutó estando el Bachiller Villatoros en la parroquia de San Pablo, en el año 1574, fueron maestros canteros de la obra don Alfonso Sánchez -vecino de Santa Cruz de la Sierra- y don Francisco del Río, quienes recibieron como salario 128 reales. Volvieron a realizarse obras en la calleja en el año 1882.

La ermita de Fuente Santa es una construcción de una sola nave, dividida en dos tramos cubiertos con bóvedas de aristas divididas por un arco ojival que se apoya en pilares adosados. Se accede al interior mediante un porche formado por cuatro arcos de medio punto que se apoyan interiormente en columnas de ladrillo y al exterior en gruesas columnas de granito, y otro arco lateral. En el primer arco nos encontramos con piedras con la TAU (con forma de un trébol de cuatro hojas en el interior de un octógono), símbolo que labraron los canteros, pero también podría tratarse del símbolo de la orden templaría. Curiosamente, en las escasas ruinas del convento que aún se encuentran en los Paréanos de Malulo -junto al arroyo de su nombre-, también hay dos piedras que tienen este símbolo. Una puerta gótica, formada por columnillas cilíndricas rematadas en arco casi ojival permite la entrada a la ermita. Sobre la portada hubo un triforio que, al elevar el muro actual, fue sustituido por un rosetón. A la cabecera se accede a través de un arco de medio punto, se cubre con bóveda de aristas y de horno en el altar mayor, decoradas con ricas pinturas que representan a San José, la Virgen con el Niño y el jarrón de azucenas, alegoría mariana; así como los símbolos de la Pasión. Una verja de hierro forjado de época renacentista permite el cerramiento y custodia de la zona litúrgica con el resto de la nave. En el lado del Evangelio se encuentra un pulpito de estilo gótico, cuyo semicírculo pétreo es una sola pieza. En 1773, el pulpito que entonces se encontraba en el exterior, se colocó en el interior de la ermita. Para llenar el vacío que dejaba el pulpito se hicieron unos poyos de granito alargados, que aún permanecen en el porche. En la misma ocasión se hizo una pequeña mesa de altar entre los poyos citados para celebrar la Misa. Esta obra de traslado, poyos y altar, anota el mayordomo, importó 100 reales, según recibo aprobado. Entre 1858 y 1859 se realizan obras en el exterior de la ermita, concretamente en el portal, construyéndose las bóvedas.

El interior de la ermita está decorado con un zócalo de azulejos. La sacristía está adosada a un lateral. El camarín octogonal está cubierto con bóveda de paños, al que se accede a través de una puerta sita en la cabecera. La cúpula está ricamente ornamentada con pinturas alusivas a María, la Ascensión a los cielos, la Huida a Egipto, la Muerte de Cristo, y temas locales con la representación de la Virgen de Fuente Santa asistiendo a los peregrinos, la aparición del manantial de agua para socorrer a los peregrinos, la donación de la corona de Pizarro, etc.. Sobre la cúpula se asienta la linterna rematada con una cruz y una veleta. Se ha utilizado como aparejo la mampostería en muros y sillares en vanos y contrafuertes. Los cuerpos que han ido adosándose le dan un aspecto irregular. En el camarín se abren hornacinas que cobijan algunas piezas muebles: una Purísima Concepción, de la que hay constancia documental en 1789; una Sagrada Familia de escaso interés artístico, regalo de nuestros días por una familia devota; y una magnífica imagen en bastidor o de vestir de la Virgen con Niño, del siglo XVI, con su capillita, esta obra sí tiene gran valor artístico, así como la escultura en madera tallada de San Blas1".

Dos zoriteños don Pedro García Cancho, Caballero de la Orden Militar de Santiago, Calificador del Santo Oficio, Abogado de los Reales Consejos, Beneficiado de la Santa Iglesia Catedral de Plasencia, y don Alonso Sánchez Moreno, solicitaron permiso al Sr. Obispo de Plasencia para llevar a cabo obras de ampliación en la ermita. No se conserva el proyecto ni contrato de la obra realizada, creemos que alcanzó a toda la capilla mayor y el camarín de la imagen, levantando esta última desde sus cimientos y adaptando los viejos muros para completar la fábrica con doble capacidad que la anterior.

El coro fue construido en 1882, fecha en la que también se realizaron reformas y se construyeron las bóvedas y altares (que fueron demolidos para conseguir mayor amplitud), contratando al alarife trujillano don Antonio Gutiérrez, cobrando 3846 reales, según recogemos datos del mayordomo don Granjo VHlarejo. También se abrieron en el coro o tribuna dos vanos para dar mayor luminosidad al interior. También se realizó la pavimentación del presbiterio y en la capilla de la Virgen, con baldosas que imitaban el alabastro, gracias a la donación de don José Peña. Otras obras importantes realizadas en la segunda mitad del siglo XIX fue la modificación de la fachada principal de la ermita sustituyendo el antiguo portal por las actuales arcadas con sus correspondientes bóvedas, apoyadas sobre columnas de granito al exterior y de ladrillo en el interior. En 1813, se construye el atrio de la ermita con un total de 6748 reales, por orden directa del Sr. Alcalde don Rodrigo Moreno.

Tenemos noticias documentales de algunos bienes muebles que pertenecieron a la ermita. En el año 1549 se concierta la fábrica de un nuevo retablo -"que sustituyó a otro anterior en que está la imagen de nra. Sra. y abrazada con el Niño Jesús en brazos, es de tres órdenes el dcho retablo y está pintado y dorado ", presuponemos que de estilo gótico- para la ermita de Fuente Santa, que contó con el mecenazgo del obispo don Gutierre de Vargas, obispo de Plasencia desde 1523 hasta 1559. El mayordomo don Juan de la Mancha consigna los primeros pagos de la obra con la entrega de 8.000 maravedíes que fueron aprobados por el Visitador don Luis Carro. Lo ejecutó el artista Juan Barrasa, pintor y decorador, artista que trabajaba al servicio del obispo de Plasencia, porque leemos: "A que se lleve la imagen a Jaraicejo para que pinte la cara del Niño y el pecho, y que se lleve el pintor el pedazo de la talla que se quede para que se pinte y dore, lo cual se lleve luego..." Tenemos constancias documentales de la existencia de otro retablo, ejecutado en los años finales del siglo XVIII por un artesano que tenía taller establecido en Berzocana". El retablo actual -al quedar destrozado el citado retablo dieciochesco por los destrozos causados por la terrible tormenta del 6 de octubre de 1950-, es obra de las Escuelas Profesionales Salesianas de Sarria (Barcelona), fue consagrado el día 30 de abril de 1954. El retablo consta de tres hornacinas, ocupadas en la actualidad, la central por la Virgen de Fuente Santa coronada con una cartela coronada y con el anagrama alusivo a María, la del lado del Evangelio por San Joaquín y San Blas en el de la Epístola. Separan las hornacinas gruesas columnas salomónicas, decoradas con angelotes y hojarascas. También fabricaron una artística mesa de altar de mármol, apoyada en cuatro columnas, consagrada por el Sr. Obispo de Plasencia don Juan Pedro Zarranz, el día 1 de mayo de 1954, con motivo de una visita pastoral. En estas Escuelas Profesionales se imparten estudios de Bachillerato y Ciclos Formativos. La Escola Universitaria Salesiana de Sarria (EUSS) forma parte de una tradición educativa que se remonta a finales del siglo XIX. Las Escoles Professionals Salesianes de Sarria (EPSS) forman desde 1884 los mejores profesionales en artes gráficas y carpintería y más recientemente en áreas como la mecánica, la electrónica y la electricidad, por citar sólo algunos ejemplos. Para complementar la tarea realizada por esta escuela de larga experiencia y tradición, en 1989 se iniciaron los pasos para crear la Escola Universitaria Salesiana de Sarria. Los objetivos eran claros: elevar la formación técnica de sus estudiantes en el ámbito universitario y mantener y reafirmar el estilo educativo basado en la convivencia, la tolerancia, las relaciones interpersonales y el seguimiento personalizado de cada alumno que distingue a las escuelas salesianas de todo el mundo.

En la ermita, se conserva un lienzo pictórico de cuatro metros de largo por setenta centímetros de ancho, que representa la procesión que se realizaba el lunes de Pascua con la imagen del titular San Pablo. Es un curioso desfile procesional al que asisten numerosos personajes. Encabeza la procesión un hombre que porta sobre sus espaldas, un peregrino con su bordón, de cuyo extremo pende la calabaza. Le siguen seis hombres que van tocando instrumentos y algunos danzarines. A continuación, seis hombres forman un curioso montaje en altura de tres cuerpos, semejante en la actualidad al hombre llamado Caragol, con otros más, que se apilan en altura en algunas festividades de poblaciones catalanas.

Continuando con el cortejo procesional, doce caballeros vestidos con ropajes del siglo XVIII, siguen a los danzarines. Cinco de los caballeros portan banderas. Les sigue la cruz parroquial con manga de tambor, que lleva un sacristán, acompañado de otros dos, para turnarse en la procesión. Junto a ellos un monaguillo con una campana. También están los jóvenes "candeleras", cuatro mozos llevando cada uno una vela en la mano. Los mozos que, sin duda alguna, recogían la limosna de la Candela de los domingos de Cuaresma y que tenían su puesto de honor en la tradicional procesión denominada del voto de la Candela. Cuatro clérigos portan la imagen de San Pablo con sus atributos, la cruz-espada y el libro, titular de la iglesia parroquial de Zorita. Sigue a la imagen el palio, cuyas varas sostienen cuatro caballeros vestidos con trajes elegantes y otros cinco caballeros portando sus bordones. Entre estos últimos y las trece mujeres que aparecen al final va un caballero sin bordón. Esta sería la versión de la obra original.

Don Joseph María Rossell, casteller de la Colla Jove deis Xiquets de Tarragona, realizó un estudio comparativo del cuadro que publicó y fotografió don Teodoro Fernández en el año 1972, con la fotografía realizada por Rossell en el año 2000. En este análisis comparativo se observa claramente que el lienzo que actualmente se encuentra en el paramento de la subida de la escalera al camarín no es el mismo que el que existía en 1972. Estoy de acuerdo con el Sr. Rossell que se ha intentado hacer una falsificación del cuadro original, no coincide en múltiples aspectos, la posición de las piernas de los músicos y grupo de danzarines, el grupo de caballeros abanderados no se corresponde con la obra original, han desaparecido las calabazas que argumentaba don Teodoro Fernández, y en el actual portan lanzas; el grupo de la cruz procesional es totalmente distinto, así como los portadores de la imagen de San Pablo; el grupo de peregrinos del lienzo original que portan calabazas poseen un tamaño menor que en el lienzo actual y el grupo de catorce mujeres que van en la procesión, son figuras hieráticas que no se corresponden con las mujeres pintadas en el lienzo actual, además no coinciden las vestimentas. Podemos concluir que el lienzo que se conserva en la actualidad en Fuente Santa no es el mismo que el original, y esta conclusión la refrendamos sin entrar en más detalles como las plumas de los danzantes, el tañedor de laúd, la batuta del director, los palillos del tamborilero o los lazos de los estandartes, como afirma el Sr. Rossell muy acertadamente.

El 25 de enero, fiesta de la Conversión del Apóstol San Pablo, el Cabildo y la ciudad trujillana organizaban una procesión con la imagen de la Virgen de la Coronada, partiendo de su propia ermita y acompañada por el Cabildo Mayor de Beneficiados y Capellanes, justicias y pueblo devoto. Era protocolaria una visita a Santa María, la mayor, y ante la Madre de Dios se cantaba una antífona litúrgica mariana, entonando el preste la oración final correspondiente, para dar gracias a la Soberana Señora por su eficacísima intervención, claramente milagrosa, en la decisiva liberación de la ciudad del poder de los árabes, ocurrida el día 25 de enero del año 1232. Y justamente el mismo día se celebraba otra procesión en Zorita, partiendo de la iglesia del apóstol San Pablo, con la imagen del santo titular para llegar a la ermita de Ntra. Sra. de Fuente Santa celebrando allí una misa solemne.

Existen referencias a "Fuente Santa", no como ermita sino como terreno ya en el siglo XIV, en tiempos del monarca Alfonso XI. En tiempos de este monarca hubo un deslindamiento de varias caballerías del concejo, entre ellas se encontraban La Zarza, Fuente Santa y Zorita. Estas caballerías se explotaban para pasto o a pasto y labor como otras dehesas. El concejo generalmente las arrendaba por uno o varios años, tal y como hemos explicado con anterioridad.

El terreno de Fuente Santa formaba parte de "las caballerías'* que tenía Trujillo en esta zona. Dehesa cuyo origen estaría en el reparto de tierras realizado después de la Reconquista a caballeros, pero no cumplieron su fin y quedaron en poder del concejo. Fuente Santa fue una de ellas, que por el valor de sus ingresos engrosaba el mayor número de maravedíes a las arcas de Trujillo, además de La Zarza, Zorita, Cañamero, Los Cerros, Navacebrera, Las Abiertas y El Turcal.

Los traslados de arrendamiento y decisiones sobre las demarcaciones de las tierras cercanas a la ermita de Fuente Santa partían de Trujillo, hasta que Zorita se eximió de la jurisdicción de Trujillo, tal y como hemos estudiado en el proceso histórico. Hubo graves litigios administrativos entre mayordomos, capellanes y parroquias, sobre todo durante el siglo XVI. Existieron serias discrepancias en torno a la propiedad de la imagen y su ermita, dando origen a un largo pleito jurídico. Se había presentado una demanda para quitar a Zorita su inviolable derecho y la posesión que la Parroquia de San Pablo Apóstol gozaba, tanto de la imagen de la Patrona como del culto, ermita y sus pertenencias. En primera instancia acudieron al Visitador Diocesano impugnando la propiedad. A lo largo de los años, le fueron presentando al Visitador una serie de traslados legalizados para defensa de los derechos del pueblo a tener la posesión de la ermita, Patrona y bienes. El 26 de enero de 1560 fue nombrado obispo de Plasencia don Pedro Ponce de León. El asunto quedó zanjado con sentencia favorable para la parroquia de Zorita.

Don Pedro Ponce de León, obispo de Plasencia, firmando un Decreto el 28 de diciembre de 1567, terminó con los pleitos, al pertenecer la ermita a la localidad de Zorita.

Literalmente dice el documento que se conserva en el Archivo parroquial de San Pablo de Zorita: NOS DON PEDRO PONCE DE LEÓN, por la gracia de dios y de la santa iglesia de Roma Obispo de Plasencia del consejo de su majestad por cuanto la hermita de la fuen santa del lugar de curita está anejada y unida a la fábrica de la iglesia de señor san pablo, del dicho lugar de garita por la anexión que Nos hacemos el día la data deste mandamos en virtud de santa obediencia y so pena de excomunión mayor a bos el mayordomo de la dicha hermita a que dentro de veynte días de la notificación diere y pagare a la dicha fábrica de la dicha yglesia de se­ñor san pablo y su mayordomo en su nombre cincuenta mil maravedís del alcance que os fue fecho en la quenta que el doctor padilla ntro. visitador os tomó de la mayordomía de la dicha hermita a tres días del mes de abril deste dicho año de sesenta y siete según de suso se contiene en este libro con apercibimiento que vuestra rebeldía procederemos por la vía hexecutiva la dicha razón y tomad su carta de pago del dicho mayordomo de la dicha yglesia de qoriia con la cual y con esta mandamos os sea pasada en quenta y otrosí haga cargo del recibo de los dichos cincuenta mil mrs. dada en verzoca-na en veynte y ocho de diciembre de mil quinientos sesenta y siete. Don Pedro Ponce Obpo. de placencia. (Lib. 21. Fol. 47)

De mandado de Su Señoría lima. Diego de la Peña1"'.

Como la ermita es muy anterior a nuestras actuales demarcaciones parroquiales y municipales, por privilegio estaba exenta de toda jurisdicción parroquial. El Obispo nombraba el capellán que actuaba con autonomía, solamente limitada por el Visitador Diocesano. No obstante, hemos de hacer constar que en los respectivos documentos del Libro de Cuentas de la ermita (que incluye las Actas de las visitas), se concreta que la ermita de la Fuente Santa fue en todo momento propiedad aneja a la iglesia parroquial del Señor San Pablo Apóstol, en Zorita. Sin embargo, la administración de los bienes de la Virgen en todos los tiempos es independiente con absoluta separación por todos los conceptos. De hecho, en alguna que otra ocasión, cuando las arcas destinadas al culto y ermita de la Virgen de Fuente Santa eran más cuantiosas que las que tenía la propia iglesia parroquial, se sufragaban gastos necesarios con cantidades que la propia ermita entregaba. Tenemos la suerte de poseer un documento oficial que nos refiere literalmente: "El hiedo. Orbiso, juez oficial e Bicario General de la iglesia, cibdady Obispado de Plasencia, por el muy Iltre. Y Rvdmo. Señor D. Pedro Ponce de León, Obispo del dicho Obispado, del Consejo de su Majestad, por el presente mandó que en virtud de santa obediencia y so pena de excomunión mayor, a Vos el mayordomo de la ermita de Fuente Santa, que de los maravedís de vuestro cargo, deis y entreguéis, dentro de seis días próximos siguientes de como este mi orden sea notificada o como della parte sepáis en cualquier manera, veinticinco mil maravedís al mayordomo de la iglesia de Corita para ayuda de los gastos de su obra y recabe obligación y seguridad del dicho mayordomo para que cada i cuando que por mi e por el juez en este tribunal residiere fuere mandado volver y pagar los dichos maravedís a la dicha ermita lo faga... (sigue con los apercibimientos oportunos para que en caso de incumplimiento y pasado el plazo prefijado, sepa que tomaría las providencias oportunas). Dada en Plasencia a XXVIII días del mes de abril de MDLXIII años. El Licdo. Orbiso. Por mandato del Sr. Juez, Francisco González, Ntrio ".

El notario apostólico y escribano público, don Diego Herruz, fue el encargado de cumplimentar la primera diligencia: "En el lugar de Corita, término y jurisdicción de la cibdad de trugillo en seys días del mes de mayo del Señor de mil quinientos sesenta y tres años, este día Yo Diego Herruz, escribano público y notario apostólico ley e notifiqué este mandamiento arriba contenido en persona de Diego de Trejo mayordomo que al presente es de la ermita de Ntra, Señora María de la Fuente Santa, aneja a este dicho lugar, a que cumpla en todo y por todo según y como en él se quiere y so la pena que en él queda y en fe de verdad lo firmé de mi nombre. Diego Herruz, Escribano y Notario".

Otra operación fue ordenada por el propio obispo don Pedro Ponce de León. Este préstamo era más elevado, ascendía a 50000 maravedíes a favor de la misma parroquia. Parece ser que ya era la última cantidad para coronar la obra principal.

Muy probablemente el mandato episcopal fue consecuencia de una visita personal del obispo, porque la orden está firmada en Berzocana el día 28 de diciembre de 1567. Sin duda que recorriendo este sector de su diócesis y después de examinar directamente los trabajos quiso darle el último y definitivo impulso con esa cantidad.

En el siglo XVI, los regidores de Trujillo otorgaron tierras para beneficio del santero que cuidaba la ermita, tierras que han pasado con los años a ser bienes de la ermita"1..

En otro inventario fechado el 28 de junio de 1769, se registran las posesiones de la ermita: "La ermita tiene una cerca de prado y un pedazo de tierra que está en el ejido de la Santa Ermita, todo en el sitio de la Caballería que esta la Santa Imagen...Otra casa y cerca continua a dicha santa ermita con diferentes árboles que sus frutos y goces los aprovechan los hermanos ermitaños que asisten al aseo y limpieza de esta Santa Iglesia e Imagen.".

El día 18 de noviembre de 1777, al realizar la transmisión de poderes de un mayordomo a otro, se repiten las consignaciones anteriores. El acta notarial nos dice literalmente: "Loprimero, le entrego unas casas continuas a la Ermita en que viene y moran los santeros. Con una cerca continua a dichas casas con higueras cuyo fruto perciben los santeros y lo mismo disfrutan el terreno... Otra cerca de prado a la parte de arriba de la Ermita que su fruto de hierba lo percibe esta dicha obra pía... Una suerte de tierra que llaman el Exidillo que circumba a la Ermita, que se arrienda cuando cae la hoja de la Caballería en aquella parte, con diferentes álamos."

De todos los bienes reseñados en la actualidad pertenecen a la Virgen de Fuente Santa, la ermita, la casa del santero, anejos y ejido, y un huerto que fue segregado del mismo.

Tipo
Iglesia